Recepción de óvulos donados (OVODON)
La técnica de Ovodonación es un procedimiento de reproducción asistida que permite a una mujer receptora lograr el embarazo mediante el uso de óvulos provenientes de una donante anónima.
Este tratamiento de fertilidad está recomendado para aquellas mujeres que no pueden concebir utilizando sus propios óvulos, ya sea debido a la edad avanzada, condiciones genéticas u otros problemas relacionados con sus gametos.
Una de las ventajas, ya sea utilizando el semen de la pareja o de un donante, es su alta tasa de éxito, lo que ha llevado a un creciente número de mujeres a optar por este método para cumplir su deseo de ser madre.
¿Cuándo someterse a este tratamiento de reproducción?
La FIV con donación de óvulos generalmente no es la primera opción de tratamiento cuando una mujer o pareja busca ayuda en nuestra unidad de reproducción, ya que normalmente desean intentar el embarazo utilizando sus propios gametos en primer lugar. No obstante, hay situaciones específicas en las que la ovodonación está claramente recomendada:
1. Pacientes que no tienen función ovárica, ya sea debido a fallo ovárico primario, insuficiencia ovárica prematura, ausencia de ovarios o menopausia.
2. Pacientes que tienen función ovárica, pero no pueden utilizar sus propios óvulos debido a anomalías genéticas heredables, fracasos repetidos en ciclos anteriores de FIV o tener más de 40 años de edad. Esta última causa es la más común, ya que a medida que aumenta la edad, la calidad de los óvulos disminuye, lo que aumenta la probabilidad de anomalías cromosómicas en los embriones resultantes, afectando su viabilidad y aumentando el riesgo de aborto.
Selección de la donante de óvulos anónimos mas adecuada
Los tratamientos de reproducción en Vidafiv son totalmente personalizados. De la misma forma ocurre con la selección de la donante de óvulos. Gracias a la infraestructura de Hospital Vithas de Granada, contamos con un banco de gametos propio, lo que nos permite conocer a las donantes.
La donante tiene cumplir una serie de requisitos legales, médicos y éticos. Durante esta etapa de preselección, se analiza tanto su estado físico como aspectos psicológicos. Para participar en el programa de donación de óvulos, la donante potencial debe tener entre 18 y 35 años, gozar de buena salud mental y física, y no ser portadora de enfermedades genéticas, hereditarias o infecciosas que puedan transmitirse a la descendencia.
Se realizan estudios cromosómicos y genéticos para descartar la presencia de enfermedades hereditarias, como el cariotipo, cribado del síndrome de X-Frágil, talasemias y atrofia muscular espinal (AME), una analítica general que incluye determinar el grupo sanguíneo y el factor Rh, así como realizar pruebas de serología para sífilis, hepatitis B, hepatitis C, VIH y pruebas de coagulación; un estudio de Citomegalovirus (CMV).
Este proceso es altruista, voluntario y completamente anónimo. La identidad de la donante de óvulos siempre se mantiene confidencial, lo que significa que la receptora y la donante no se conocerán entre sí. El equipo de Vidafiv se encarga de realizar la asignación entre donantes y receptoras.
Tipos de ovocitos donados
La donante de óvulos y la receptora están sincronizadas en su ciclo hormonal, lo que significa que ambas se someten a preparaciones hormonales al mismo tiempo. Mientras la donante se somete a un proceso de estimulación ovárica, la receptora prepara su endometrio para la transferencia de embriones.
En un ciclo se extraen los óvulos de la donante y se realiza la transferencia de los embriones al útero de la receptora.
No es necesario que la donante de óvulos y la receptora estén sincronizadas. Primero, se extraen los óvulos de la donante y se congelan aquellos que están maduros utilizando la técnica de vitrificación.
Una vez que se encuentra una receptora compatible, los óvulos se descongelan y se fecundan con el esperma de la pareja o de un donante de semen compatible.
La receptora de óvulos deberá someterse a un tratamiento de preparación endometrial antes de la transferencia embrionaria, pero no es necesario que sea de manera coordinada con la donante.
Cuando una pareja no quiere seguir manteniendo sus embriones en el banco de embriones, existen varias posibilidades de decisión.
La pareja puede decidir donar los embriones a otras mujeres o parejas (si la mujer es ≤ 35 años). Para ello, a la pareja que dona los embriones se les debe de realizar los mismos análisis a los que son sometidos los donantes de gametos.
Procedimiento de la OVODONACIÓN
La donante de óvulos se somete a un tratamiento hormonal de estimulación ovárica para promover el desarrollo de más óvulos que los que se producirían en un ciclo natural, donde solo maduraría uno, con el objetivo de aumentar las posibilidades de éxito.
Una vez confirmado que la mayoría de los folículos ováricos han alcanzado un tamaño de 19 a 21 mm, se finaliza la fase de estimulación y se administra una inyección subcutánea para inducir la maduración de los óvulos, aproximadamente 36 horas antes de la recolección de los mismos.
La recolección de los óvulos se realiza en quirófano bajo sedación, lo que permite que la donante no sienta ninguna molestia. La donante ingresa al hospital de forma ambulatoria, sin necesidad de pasar la noche.
El embriólogo identificará los óvulos obtenidos en la recolección mediante un microscopio y luego los separará y clasificará según su grado de madurez. Además, en esta segunda fase se requerirá una muestra de semen (de la pareja receptora o de un donante) para su posterior capacitación.
Una vez que tenemos los óvulos y los espermatozoides disponibles, se realiza el proceso de unirlos para lograr la fecundación.
Este paso puede llevarse a cabo mediante la técnica de FIV convencional, donde se colocan en la placa de cultivo un óvulo junto con una alta concentración de espermatozoides capacitados (aproximadamente 250,000/ml). También se puede utilizar la técnica de ICSI, que implica la microinyección intracitoplasmática, donde se introduce un espermatozoide vivo dentro del óvulo. Después de la fecundación, los embriones se almacenan en una incubadora biológica a una temperatura de 37°C, con una concentración de gases y niveles de humedad similares a los del cuerpo humano.
El proceso de cultivo de los embriones tiene una duración aproximada de 5 a 6 días. Después de la fecundación, los embriones comienzan su desarrollo en incubadoras utilizando un medio de cultivo que les proporciona los nutrientes necesarios para su crecimiento. Durante este período, los embriólogos realizan observaciones y análisis del desarrollo de los embriones para evaluar su calidad.
Los embriones son sometidos a un control diario y se clasifican en función de su morfología y capacidad de división.
Previo a la transferencia de embriones, se lleva a cabo un tratamiento de preparación endometrial en la receptora para facilitar la implantación de los embriones en el útero.
Este proceso implica la administración de estrógenos y progesterona, que pueden ser tomados por vía oral, vaginal o a través de parches, con el objetivo de lograr el espesor adecuado del endometrio (entre 7 y 10 mm) y que este se vuelva receptivo.
La transferencia embrionaria implica la inserción de embriones viables a través del cuello uterino, depositándolos aproximadamente a 1,5 cm del fondo uterino. Se utiliza un catéter específico diseñado para la transferencia embrionaria. El número de embriones a transferir se determinará según la edad de la paciente, los intentos previos sin éxito de embarazo y el criterio médico.
Este procedimiento es rápido e indoloro, por lo que la paciente no requiere analgesia. Sin embargo, se llevará a cabo en un área quirúrgica cercana al Laboratorio de Reproducción.
Después de la transferencia, la paciente y el equipo médico acordarán si se requiere reposo. El tratamiento con progesterona vaginal o subcutánea suele ser necesario en los días posteriores, y en algunos casos también se puede administrar estrógenos por vía oral, vaginal o transdérmica.
Después de la transferencia embrionaria, los embriones de calidad que no fueron transferidos se someten a un proceso llamado vitrificación. Esto permite conservarlos en estado congelado para su uso en ciclos futuros sin necesidad de someter a la paciente a una nueva estimulación ovárica.
La prueba de embarazo se realizará entre 12 y 14 días después de la transferencia. Realizar pruebas de embarazo en orina permite que la paciente experimente en privado el momento del resultado y las implicaciones emocionales que conlleva.