Fecundación In Vitro (FIV/ICSI)

Introducción

Antes de someterse a una estimulación en un tratamiento de reproducción, es necesario cumplir con ciertos requisitos previos. Esto incluye una evaluación ginecológica exhaustiva y estudios complementarios para descartar cualquier patología que pueda dificultar o impedir el embarazo.

Es importante tener en cuenta que el resultado final del tratamiento puede verse influenciado por diversos factores, como la edad de la mujer, la calidad de la muestra de semen de su pareja (en caso de tenerla), y la presencia de otras causas que afecten la fertilidad.

En caso de que un ciclo no sea exitoso, se deben realizar ajustes y modificaciones necesarios, como variar la dosis de medicación o realizar un seguimiento más riguroso. Si a pesar de todo no se logra el embarazo, se debe considerar la posibilidad de otras anomalías y la conveniencia de recurrir a otras técnicas de reproducción asistida.

Existen diversas causas que pueden dificultar el embarazo, y un tratamiento reproductivo adecuado debe adaptarse a las circunstancias particulares de cada paciente. Sin embargo, el mejor enfoque es aquel que resuelve el problema de la manera menos invasiva posible.

No siempre es necesario seguir todo el proceso, sino que a veces basta con intervenir en una etapa específica. La reproducción asistida mediante la técnica de Fecundación In Vitro (FIV) es un tratamiento de fertilidad que implica la extracción de los óvulos de los ovarios de la mujer a través de una punción folicular. Posteriormente, los óvulos son fecundados en el laboratorio utilizando los espermatozoides del varón o, en ciertos casos, de un donante. Luego, se monitorea el desarrollo de los embriones en cultivo hasta que se transfieren al útero de la mujer con el objetivo de lograr el embarazo.

¿En qué consiste la Fecundación in Vitro?

Para obtener óvulos, es necesario someterse a una terapia hormonal que estimule su producción. Una vez fecundados en el laboratorio, se implantarán en el útero para lograr la concepción. El propósito de este método es obtener embriones de excelencia para aumentar las probabilidades de un embarazo exitoso.

Este procedimiento mejora las posibilidades de quedar embarazada en comparación con las relaciones sexuales por varias razones:

  • El semen se procesa en el laboratorio para seleccionar los espermatozoides de mayor calidad.
  • Involucra una estimulación ovárica que promueve el crecimiento de múltiples folículos mediante el uso de gonadotropinas. Esto permite controlar el desarrollo y maduración de los folículos, incrementando así las oportunidades de concebir al disponer de más de un óvulo que puede ser fecundado y desarrollarse en un embrión viable.
  • El procedimiento se programa cuidadosamente para que tenga lugar en el momento óptimo, en relación con la preparación del endometrio.
  • Los embriones se cultivan en el laboratorio bajo una supervisión y control constantes, con el fin de elegir el embrión con mayor capacidad de implantación.

¿Cuáles son los tipos de Fecundación in Vitro que existen?

Existen diferentes tipos de FIV según la técnica utilizada para fusionar los gametos (óvulo y espermatozoide) y formar un embrión:

  • FIV convencional: los óvulos y los espermatozoides se colocan en la misma placa de cultivo y se espera que se fusionen por sí solos.
  • ICSI (inyección intracitoplasmática de espermatozoides): el espermatozoide se introduce directamente en el interior del óvulo mediante una microinyección.

La elección de realizar una u otra técnica de FIV dependerá de las circunstancias de infertilidad específicas de cada pareja.

¿Cuándo se necesita hacer la FIV?

Existen diversas razones que pueden ocasionar infertilidad y llevar a una pareja o mujer a requerir la aplicación de la técnica de FIV para lograr el embarazo. La incapacidad de concebir puede derivar tanto de dificultades en la fertilidad masculina como en la femenina, e incluso puede ser el resultado de una combinación de ambos.

Requisitos en la mujer

Para que la fecundación in vitro sea viable, la mujer debe ser capaz de producir óvulos maduros. Además, es fundamental que la paciente no presente problemas o anomalías uterinas que puedan obstaculizar la implantación del embrión o el desarrollo del embarazo.

En casos en los que la mujer tenga una reserva ovárica disminuida y no pueda producir óvulos maduros, existe la opción de realizar la FIV utilizando óvulos de donante.

Requisitos en el varón

Si la calidad del semen lo permite, se puede optar por la FIV convencional. Sin embargo, si el esperma presenta problemas graves de movilidad, morfología o concentración, se prefiere utilizar la técnica de ICSI. Cuando las muestras de semen no provienen de una eyaculación, como en el caso de una biopsia testicular, se requerirá realizar la ICSI, ya que su calidad suele ser baja. Esto también puede ocurrir cuando se utiliza semen congelado, ya que la ICSI permite optimizar la cantidad de muestra criopreservada.

¿Cómo se hace la Fecundación in Vitro?

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